El skimboard es un deporte joven, de nueva generación. El tiempo pasa tan deprisa que resulta difícil mirar hacia atrás, las evoluciones deportivas son constantes y continuas y, a día de hoy, vivimos en una época en la que los deportes considerados de riesgo, mayormente conocidos como deportes extremos, cada vez cobran más importancia y potencial en el número de adeptos y adictos.
Un deporte poco conocido para muchos puede llegar a entenderse como una religión para unos pocos. Un deporte nacido en playas californianas en los años 20 ha crecido y se ha adaptado, con el paso de los años, para pasar de una tabla plana de madera de poco más de un metro; utilizada por socorristas para desplazarse más rápidamente por largas orillas y cubrir más espacio en menos tiempo; a que profesionales del deporte, sean conocidos mundialmente por surfear olas orilleras de hasta más de tres metros con tablas personalizadas, de fibra de vidrio o carbono.
Este deporte, de la familia del surf, podría ser considerado como uno de sus hermanos más jóvenes, pero, a su vez, el que posee más similitudes con éste en referencia a otras modalidades como el snowboard, el windsurf o incluso el bodyboard.
Una práctica consistente en correr desde la orilla de la playa con la tabla en la mano, para tirarla, subirse sobre ésta y deslizarse sobre el agua para llegar frente a la ola orillera, girarla y surfearla de vuelta a la orilla puede llegar a crear adicción; a pesar de las complicaciones técnicas que conlleva el dominio de un deporte tan complicado; que combina detalles técnicos de surf y skate.
La falta de valor mediático supone que sea poco conocido y practicado en nuestras playas; salvo en la modalidad de tabla de madera, que cada momento que pasa se expande más velozmente entre lo jóvenes, adolescentes y niños que cuentan con ganas de disfrutar de un deporte en las largas vacaciones veraniegas; cada vez más a menudo se dejan ver con facilidad en los meses de junio, julio y agosto.
El skim empezó a moverse en nuestras tierras hace menos de diez años, extendiéndose por Andalucía (Cádiz, más concretamente) y teniendo una carrera posterior, paralela y rápida en Barcelona y alrededores; siendo éstas las focalizaciones españolas de mayor importancia.
Cuando algunos de los de la vieja escuela del skim catalán vamos a la playa a día de hoy, nos asustamos un poco al ver el abismo que existe entre lo que era el deporte aquí hace 4 ó 5 años y lo que es ahora. La evolución da miedo, en todos los buenos sentidos que esa palabra puede incluir. Da miedo ver que tengamos más de siete spots que funcionan en una época u otra del año, ya sea inverno o verano, nieve, llueva o haga un sol y calor insufribles. Que organicemos skimtrips a playas de otras zonas y otros países, para acudir a sus quedadas y campeonatos. Aparecer en artículos de revistas online leídas a nivel mundial, blogs, revistas o diarios de tirada local o nacional o en buenas producciones de video y canales de televisión. Suponer el nacimiento y evolución de una marca de tablas hechas artesanalmente en Cataluña y comprobar como Dune llega a patrocinar a riders profesionales de países tan remotos como Brasil, o como tendremos en un futuro temprano tablas americanas, de una marca como Victoria, en las tiendas que tenemos más a mano. El nacimiento de marcas nacidas a partir del sueño de disfrutar del deporte en la naturaleza como la ropa de 4SB o las pegatinas especiales y personalizadas de H2O e incluso el ser capaces de organizar, con todo el orgullo, uno de los mejores campeonatos de Europa, VooDoo skimcontest, que se celebró este mes de abril en Mataró, aunque el mar decidió no darnos unas buenas olas, fué la primera etapa de la ESL (European Skimboard League) y que nos acerará un poco más a los mejores de este mundillo.
Motiva mirar hacia atrás y asusta, a partes iguales, mirar hacia un futuro no muy lejano cuando todos los de la familia esperamos juntos en la arena, tablas en mano, una buena serie de olas tuberas, con el sol reflejado en el agua del mar y un toque de viento offshore que ahueque el azul turquesa de una orillera perfecta. Mientras o disfrutamos, seguiremos viendo videos de Panda Produccions y buscando patrocinadores que se enrollen como AKOR Clothing.
Seguiremos buscando y seguiremos atentamente la evolución de una pasión; tratando con mimo y cariño a todo el que se anime a practicar y potenciar un bien común para lo que, unos cuantos, llegamos a adorar. Mientras tanto, lo seguiremos disfrutando más o menos en silencio y al máximo, cada día de playa compartido con un hermano que adore lo mismo, respirando la esencia de todo esto, que es lo que realmente vale la pena. Dicho y escrito queda. ¡Skim a tope!
Sergio Gil ‘Shein’.
Pd. Gracias y suerte a Joan de Shifty (gran amigo, gran tienda).
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